El día 5 de marzo de 1592 un furioso huracán que estalló sobre Sevilla, torció el cerrojo de la puerta del perdón, conocida con el nombre de la grande, y torció también el perno de la Giralda, que es grueso como la pierna de un hombre.
La Giralda se sacó el 18 de septiembre y se puso sobre el andamio; sacóse también la barra y se bajó al segundo patio del Colegio de San Miguel, y allí la enderezó Juan Barba, herrero de la fábrica, y se volvió a poner en su sitio el viernes 25 del mismo mes y año.
Suceso semejante cuéntase haber ocurrido en el año 1583, día 12 de octubre, en que otro huracán arrancó a La Giralda la palma y parte de la mano que la sujeta, lanzándola a larga distancia.
Enmendóse el desperfecto montando un andamio sobre el globo que sostiene la colosal estátua de la Fé, y en él se puso la fragua para reparar toda la figura que se limpió y volvió a dorar por el maestro Miguel Parrilla; terminándose la obra el 24 de mayo de 1585