¿Qué buscan las startups en los abogados?
Se plantea la necesidad de los abogados de aportar valor a la startup, so pena de no ser capaz de conquistar y retener al potencial cliente.
Sin embargo, aportar valor al cliente es un aspecto clave en la prestación de servicios. Lo que ocurre es que la aportación de valor va a depender de muchos elementos; el primero de ellos (muchas veces obviado por el abogado), conocer en qué fase de desarrollo se encuentra nuestro potencial cliente.
Son muchas las startups que firman acuerdos de intenciones no vinculantes (letters of intent – LOI) con varias firmas de abogados, llegando únicamente a convertirse en clientes de aquella firma que es capaz de aportar valor a la startup. Y aquí volvemos al principio, porque el objetivo prioritario en las fases iniciales de una startup (en esas en las que elige abogados) es la obtención de financiación.
Por ese motivo, añadir valor supone en este caso no solamente exhibir experiencia, la posibilidad de ofrecer un asesoramiento jurídico certero, ser agresivo en precios o proactivo y ágil en la resolución de las necesidades del cliente, sino la obtención de financiación para el cliente. Es decir, que el abogado que realmente se lleva el gato al agua es aquel que es capaz de presentar de manera satisfactoria a un fondo de capital o a un business angel a la startup.
Porque el abogado tiene el cometido de prestar servicios jurídicos, pero también otros muchos que, aunque no son aquellos para los que hemos sido puramente entrenados, son clave para nuestro cliente.