La Due Diligence legal es un instrumento de control consistente en un procedimiento de investigación, mediante el cual se analiza e interpreta la situación legal de una empresa.
Su alcance dependerá de lo solicitado por la empresa interesada. La empresa o persona interesada puede ser un comprador, un vendedor o un acreedor.
Con este análisis se busca conocer los riesgos y oportunidades de la empresa, identificar los pasivos y contingencias, así como revestir la operación de una mayor seguridad jurídica.
Los aspectos principales de una Due Diligence legal se fijan en lo que llamamos Check List, los puntos más importantes son:
- La transmisión de las acciones con todas las garantías legales.
- La existencia de obligaciones que puedan impactar negativamente a la interesada, como contratos con cláusula de resolución por cambio de control en la compañía.
- La existencia de irregularidades en los contratos laborales.
- Que los activos más importantes de la empresa se posean con plena titularidad y no estén sobrevalorados, incluyendo la propiedad industrial e intelectual.
- Que los permisos administrativos estén en regla.
- Que no exista algún litigio que pueda perjudicar gravemente a la empresa.
- Además, deberá aportarse toda la documentación societaria: estatutos, escritura de constitución, libros de socios, pactos parasociales, etc.
La forma de llevar a cabo el procedimiento se venía haciendo presencialmente con las llamadas Data Room, que son salas habilitadas con la documentación necesaria para analizar la sociedad. A medida que el uso de internet se consolida más en los negocios, las empresas target aportan la documentación de forma digital mediante páginas web de acceso restringido, proceso al que se llama e-Room. Esta segunda opción permite un menor control sobre la documentación mostrada.